domingo, 13 de julio de 2008

Limpieza y convivencia

Por esas cosas de la la vida me ha tocado vivir con hombres en una misma casa. Algunos por parcial opción, otros por necesidad, unos por imposición, ninguno por verdadera elección.
He vivido con un cantante feliz, que en sus momentos de ocio se dedicaba a robarle música a la guitarra y se levantaba los domingos a la mañana tarareando algún tango o folklore. Actualmente vivo con alguien de mi edad pero que aún es adolescente, dedica una parte de su tiempo al estudio, otra a escuchar muchas canciones intolerables para mis sentidos, y tres cuartas partes de la vida a ver, escuchar, jugar, comentar, ser, vivir fútbol.
Me doy cuenta que siempre fui una tonta ilusa y que aún lo soy. No sé si los hombres de hoy siguen siendo tan machistas como los de ayer. Lo que puedo decir es que en el plano de la limpieza y todo lo relacionado a ella, siguen manteniendo una actitud distante.
Convengamos, a mi no me gusta limpiar la casa, creo que es una pérdida de tiempo en la vida, pero hay que hacerlo, aunque sea un poquito…
Los hombres siguen creyendo que la limpieza de la casa se hace instantáneamente, se vinculan de una manera rara con la escoba, esponja y fregones. A la escoba la toman con delicadeza, como si fuera un bebé recién dormido, a la esponja la doblan o la tocan con la punta de los dedos y los fregones en dos días se convierten en un pedazo de tela maloliente.
Maldigo a las madres de todos esos hombres que no les enseñaron que hay cosas se comparten, ¡si podemos compartir el último trozo del postre podemos compartir la limpieza de los platos!
Los hombres no ven los hongos en el baño, no sienten olor feo en la heladera, no aprecian que el microondas por más tecnológico que sea también se ensucia, no saben que la ropa que se cuelga algún día se descuelga. No están al tanto que los repasadores no siempre fueron negros, no percibieron que la basura no es una "loquita" que va sola hasta el contenedor para suicidarse, y no descubrieron que el papel higiénico no es un ser que se auto-produce.
Yo creía que las mujeres dramatizban, pensaba que todas las que decían que los hombres siguen sin hacer nada por la limpieza de la casa eran unas fanáticas de la exageración, lamentablemente hoy me sumo a ese bando y sé que sus descripciones no exageran.
Mis palabras no buscan ser otra reivindicación feminista, mis palabras buscan generar conciencia por más de un minuto. Quiero que esos hombres piensen por un segundo en la mujer que tienen a su lado, por más que sea una hermana insoportable, sea la novia, la suegra, la esposa, piensen que si las cosas se hacen entre dos todo es más rápido. Piensen que esa mujer que barre, lava, cocina tiene mil cosas más para hacer. Piensen hombres que es lindo tener una casa limpia. Las mujeres, en nuestra mayoría, no limpiamos por ser unas “histéricas de la limpieza”, sino porque comprendemos que todo es más cómodo si el vaso que se usa se lava, si se puede andar descalzo en la casa sin quedar con los pies negros, que es higiénico recostarse en la pared del baño y no quedar con hongos pegados a la piel.
¡Por favor piensen!
No pido tener hombres en casa que se levantan a la mañana con un plumero en la mano. Pido hombres que sigan tarareando una canción mientras simplemente sacuden las migas del mantel, pido hombres que si quieren sigan siendo eternamente adolescentes pero que mientras escuchan un partido de fútbol puedan lavar las ollas, aunque al gritar un gol rompan los platos. Pido hombres que entiendan que las mujeres no somos proveedoras, sino que comprendan que nos encantaría limpiar menos, tener más tiempo para pintarnos o comernos las uñas, terminar el libro que tenemos sobre la cómoda o simplemente no hacer nada.
Quizá el error es de nosotras mujeres en seguir limpiando. Quizá yo tengo mala suerte y los hombres con los cuales he convivido son los únicos que aún no tiene un vínculo cercano con la limpieza.
Quiero creer que algo tan sencillo no puede traer tantas complicaciones. De lo que estoy segura es que no me gusta limpiar, pero lo hago. También estoy segura que no quiero irme a la cama con la bronca de que lo que se puede hacer entre dos, lo termine haciendo uno.
Bete...

P.D.: Se que hay mujeres que no limpian, pero por lo general son conscientes de las consecuencias que eso trae.