Una cazuela de mariposas
revolotea por mi panza
cobarde me he vuelto
yo que me animaba a tanto
no puedo unir los hechos
seducida por mis fieles mentiras
Acaricio lentamente
la línea imaginaria que nos separa
no sé qué hacer con ella
si la construyo o la destruyo
me acerco y tiemblo
me alejo y arrepiento
Quiero no interpretar
busco no entender
atributo absurdo
no recordar no repetir no desear
sometida a mis estrógenos
atada a mi ser mujer
Aprieto lentamente lo que resta
esperanza de que no se pierda
es más fácil revivir lo viejo
que vivir para lo que no se sabe
...los pájaros cantan que está por salir el sol
y yo les ruego susurrando que detengan el día.
el mar el aire el viento la arena la risa la sonrisa el amor (la esperanza del amor) la comida la música el sol la música la música el baile los cuerpos los cuerpos el baile las hojas secas “qué dura es la vida”, pienso. un señor con un palo en la esquina. un viejo solo, sucio y solo, con un palo en la mano, en la esquina. “qué dura es la vida”, pienso. camino, pensando en todas las cosas que me puse a pensar para no pensar que la vida es dura solo porque no te tengo. y paso por la esquina. el señor, viejo, solo y sucio, y yo que le tengo miedo. qué triste. camino sola, y llego a casa, sola, vacía de gente, llena de cosas. desde el water veo: baldosas, mugre, pelos. me miro al espejo. qué triste. yo sola él viejo él solo yo vieja yo sola.
¿Cómo hago para que un rayo de luz entre por tu ventana?¿Y si está cerrada?
Hoy conocí una casa de ventanas cerradas, puertas trancadas y un jardín seco.
Me contaron que adentro hubo vida, vida demasiado encarnada, circular, rara y apegada.
Vidas que se fusionaron en una misma historia, con perros y gatos, entre libros y silencios.
Lo que resta de ella son unas manos lisas, absorbidas por un colchón. Pelos largos y grises, miradas iguales de temor.
Hoy visité a una mujer de libros disparatados, donde la locura y la trasgresión habitaron sin hacer ruido en la calle.
Un cuerpo ausente de límites, arañado por la indecisión, colapsado por el abandono. Con un abrazo que no termina y un reloj que no marca la hora.
Todo tan extraño y real, arrugado y roto.
¿Cuáles son las marcas del abandono? ¿Cuándo me abandono? ¿Es miabandono el que lleva a que me abandones? ¿Cuándo tú abandono me abandonó?
Las huellas de la tristeza no se borran,van haciendo un huequito sobre las paredes hasta logran entrar al centro mismo de una casa. Construyen una nueva existencia sobre los mueblesde lo habitado.
Mutante inmutable, ausencia de presencia.
Existir sin lo externo, un afuera inexistente.
Hoy intento armar este rompecabezas, piezas sin lógica debajo de una sábana.
Y no quiero abrir tu casa, esto es sólo un intento de encontrar una estrategia para poder entrar en ella.
Por momentos pienso, que tal vez nada más queda que meterme por los huequitos abiertos de nuestras mismas tristezas.
Sin tiempo pero fabricándolo. Buscando hacer visible con las palabras lo que se esconde detrás de nuestra cotidianidad. Esperamos hacer llegar (y que nos lleguen) sensaciones, ideas y opiniones desde diversas perspectivas.