martes, 21 de abril de 2009

dos patos y mil preguntas


¿Cómo imaginaste que sería tu vida a los 22 años?

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¿?

¿?

¿?


¿ideales utópicos?
¿cambié sin percibir?
¿soñé tanto tanto...?
¿los “grandes” tienen razón?
¿me convertí en uno de esos “grandes”?


¿?
¿?

¿?


...

A mi me duele crecer.
Me duele en las pantorrillas, en las rodillas, en los pies, me duele en los brazos,en los dedos, pero también me duele en las venas, en la cabeza, en las ideas y en el corazón...


Disparo...disparo de los disparates...
De la naranja que compré dulce y que ahora parece limón
De la mentira que es verdad
Del calor de la mirada que se convirtió en ceniza
De la memoria de elefante que tiene mi cuerpo
Del hijo que algún día tuve
De los límites, lo permitido, lo prohibido


Las miles de plegarias a no se quién quedaron atrapadas en el vidrio de la ventana.
Mastico el humo de los pensamientos que crecieron en nuestro jardín.
Me trepo al puente imaginario de lo desconocido de mis pestañas.
Camino por el recoveco de sus manos, me subo a la carretilla de tu boca.
...y simplemente busco y busco, pero aún no encuentro...

Abarreteb

miércoles, 1 de abril de 2009

La vida de/con "Nena"

Hoy traté de contar los pliegues de tu rostro

recordé el olor a pitanga de las tardes de domingo

cuando con menos palabras pero con más para decir

una de esas tardes

te quise contar las arrugas

y me explicaste que no perdiera el tiempo,

porque tenías una por cada año de vida.

Hoy con mil palabras más, pero con menos para decir

te las quise contar nuevamente,

esta vez lo hice en silencio…

me perdí en la cuenta una y otra vez

tus años no son equivalentes a arrugas

tus arrugas no equivalen a años.

Equivalen al secreto de tu arroz con leche

a las hojas de los tréboles que contaste

a manos con olor a tierra revuelta.

Equivalen a todos los orejones que hiciste para la semana santa

al aroma a talco

a las congas ganadas con o sin trampa.

Equivalen a las veces que me llamaste “negra bandida”

a los dichos exactos para cada situación.

No son equivalentes a tejer, leer o coser.

Equivalen a las cometas y barriletes remontados sin viento a favor

a las historias de lobisón entre los plátanos

a las túnicas almidonadas y los zapatos de charol lustrados

a los abrazos dados que ahora me quedan chicos.


(Bete, rraba)