nos dicen lo que está bien y lo que
está mal.
nos muestran cómo vestir, hablar,
caminar, comer, coger y cagar.
nos hacen creer en esto y odiar
aquello.
nos dejan amar solo algunas cosas.
somos, con su permiso, una mínima
parte de lo que podríamos ser.
y cuando un día cualquiera, casi
imperceptiblemente, se nos escapa una parte de lo prohibido, nos
cazan, nos guardan, nos pisan, nos borran, nos tapan.
remolacha.