“Estamos invitados a tomar el té.
La tetera es de porcelana
pero no se ve
yo no sé por qué.
La leche tiene frío
y la abrigaré,
le pondré un sobretodo mío
largo hasta los pies,
yo no sé por qué.
se escondió la miel,
la manteca muy enojada
la retó en inglés,
yo no sé por qué.
Mañana se lo llevan preso
a un coronel
por pinchar a la mermelada
con un alfiler,
yo no sé por qué.”
El otro día nos pusimos a cantar esta misma canción, ya la memoria la había guardado lejos y apenas pudimos completar las dos primeras estrofas.
Pensar que cuando la canté por primera vez, hace más de 15 años, me solidaricé con la leche y de verdad pensé que debería sentir mucho frío en la heladera, pero mi abuela no quiso tejerle el sobretodo. También le pedí a la manteca unas clases de inglés, pero sólo sabía portugués.
Hoy quiero que el helado, como antes, me dure más de media hora, mientras lo saboreo y lo veo derretirse gota a gota … como la vida misma … gota a gota…
Bete
1 comentario:
Nostalgia, saudades. Tengo un nudo enorme en la garganta. Y otro, o el mismo, en los dedos.
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