viernes, 4 de abril de 2008

Niña, mi niña...

“Estamos invitados a tomar el té.
La tetera es de porcelana
pero no se ve
yo no sé por qué.

La leche tiene frío
y la abrigaré,
le pondré un sobretodo mío
largo hasta los pies,
yo no sé por qué.

Detrás de una tostada
se escondió la miel,
la manteca muy enojada
la retó en inglés,
yo no sé por qué.

Mañana se lo llevan preso
a un coronel
por pinchar a la mermelada
con un alfiler,
yo no sé por qué.”

El otro día nos pusimos a cantar esta misma canción, ya la memoria la había guardado lejos y apenas pudimos completar las dos primeras estrofas.

Pensar que cuando la canté por primera vez, hace más de 15 años, me solidaricé con la leche y de verdad pensé que debería sentir mucho frío en la heladera, pero mi abuela no quiso tejerle el sobretodo. También le pedí a la manteca unas clases de inglés, pero sólo sabía portugués.

Hoy la quiero volver a cantar, no la quiero olvidar, creo que es por miedo de que poquito a poco con ella, se me vaya olvidando mi infancia. Y si se me borra mi niña con ella se van las fantasías que puedo vivir plenamente sin cuestionarme la locura, las probabilidades o los límites. Con mi niña están las posibilidades de ser reina, invisible, caza murciélagos, cantante, bailarina, lobo, Caperucita, futbolista, Xuxa, de volar… Vivir en la luna, en Japón, en el mar Rojo, en la selva de Marte y hasta casarme con un príncipe, pero abandonarlo después para llevar de regreso a su hogar un duende perdido que se alimenta con agua de jamaica…

Hoy no quiero dejar de creer que mi casa es el espacio entre las dos camas, la mía y la de mi hermana, mi techo un par de sábanas viejas y lo demás existe sin estar, pero sé que son reales en alguna parte de mí.

Hoy quiero volver a pensar que la herida de tú pie para mí parece dulce de leche y que la mejor ropa es la de mi madre.

Hoy quiero que el helado, como antes, me dure más de media hora, mientras lo saboreo y lo veo derretirse gota a gota … como la vida misma … gota a gota…


Bete




1 comentario:

Beterraba y Remolacha dijo...

Nostalgia, saudades. Tengo un nudo enorme en la garganta. Y otro, o el mismo, en los dedos.