una gasa de piel
para cubrir mi intemperie
y tú que sabés de mí
las tres primeras letras.
la soledad es un cerrojo,
miramos y no entramos
(pero yo ya estoy adentro)
no sé más que tus manos
cerrando la puerta del taxi
mi bufanda enredada
y la desnudez mía yéndose
a alguna parte.
remolacha.
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